Estamos celebrando, como cada mes de enero, el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos, una oportunidad para profundizar en el diálogo con nuestros hermanos de otras confesiones cristianas y rezar unidos en la ansiada unidad. En esta ocasión, la semana lleva por lema «Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia”. En ocasiones, las dificultades que encontramos en el diálogo interreligioso nos pueden llevar a una especie de cansancio. El único que nos puede llevar a la meta es el Señor. Aunque hemos dado pasos muy importantes, aparecen siempre dificultades que nos dejan la impresión de avanzar poco. Para progresar necesitamos orar, con hondura en la fe, y ahondar nuestra comunión con Cristo.
El mundo tiene hambre de unidad. Y «la Iglesia es en Cristo como un sacramento o el signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (Concilio Vaticano II). Es la casa que Dios se ha creado en el mundo y crece por la acción interior del Espíritu Santo mediante la Palabra de Dios y la gracia de los sacramentos. Renovamos nuestro deseo de comunión en la caridad con el propósito de ofrecer al mundo un hogar donde encontrar el abrazo de Dios y la proximidad de una comunidad de hermanos. Paradójicamente, cuando más conectados parecemos estar, más se revela el ansia de unidad, quizás debido a una autenticidad y verdad que se revelan frágiles cuando la identidad se esconde tras una imagen o una pantalla.
La fraternidad cristiana es respuesta a la necesidad de vínculo y pertenencia que late en lo profundo del corazón humano, es el mejor antídoto contra la división y el daño moral por los ataques que tanto nos desconciertan. Si estamos divididos, si estamos unos contra otros, si desconfiamos los unos de los otros o si algunos se convierten en acusadores de sus hermanos, daremos una imagen distorsionada de la Iglesia y una coartada fácil a nuestros detractores.
RAFAEL ZORNOZA BOY nació en Madrid el 31 de julio de 1949. Es el tercero de seis hermanos. Estudió en el Colegio Calasancio de Madrid con los PP. Escolapios, que simultaneaba con los estudios de música y piano en el R. Conservatorio de Madrid. Ingresó en el Seminario Menor de Madrid para terminar allí el bachillerato. En el Seminario Conciliar de Madrid cursa los Estudios Teológicos de 1969 a 1974, finalizándolos con el Bachillerato en Teología. Ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1975 en Madrid fue destinado como vicario de la Parroquia de San Jorge, y párroco en 1983. Impulsó la pastoral juvenil, matrimonial y de vocaciones. Fue consiliario de Acción Católica y de promovió los Cursillos de Cristiandad. Arcipreste del Arciprestazgo de San Agustín y miembro elegido para el Consejo Presbiteral de la Archidiócesis de Madrid desde 1983 hasta que abandona la diócesis. Es Licenciado en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, donde también realizó los cursos de doctorado. Preocupado por la evangelización de la cultura organizó eventos para el diálogo con la fe en la literatura y el teatro e inició varios grupos musicales –acreditados con premios nacionales e internacionales–, participando en numerosos eventos musicales como director de coros aficionados y profesor de dirección coral. Ha colaborado además como asesor en trabajos del Secretariado de Liturgia de la Conferencia Episcopal. En octubre de 1991 acompaña como secretario particular al primer obispo de la de Getafe al iniciarse la nueva diócesis. Elegido miembro del Consejo Presbiteral perteneció también al Colegio de Consultores. Inicia el nuevo seminario de la diócesis en 1992 del que es nombrado Rector en 1994, desempeñando el cargo hasta 2010. Ha sido profesor de Teología en la Escuela Diocesana de Teología de Getafe, colaborador en numerosos cursos de verano y director habitual de ejercicios espirituales. Designado por el S.S. el Papa Benedicto XVI obispo titular de Mentesa y auxiliar de la diócesis de Getafe y fue ordenado el 5 de febrero de 2006. Hay que destacar en este tiempo su dedicación a la Formación Permanente de los sacerdotes. También ha potenciado con gran dedicación la pastoral de juventud, creando medios para la formación de jóvenes cristianos, como la Asociación Juvenil “Llambrión” y la Escuela de Tiempo Libre “Semites”, que capacitan para esta misión con la pedagogía del tiempo libre, campamentos y actividades de montaña. Ha impulsado además las Delegaciones de Liturgia, Pastoral Universitaria y de Emigrantes, de importancia relevante en la Diócesis de Getafe, así como diversas iniciativas para afrontar la nueva evangelización. Pertenece a la Comisión Episcopal de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española –encargado actualmente de los Seminarios Menores– y a la Comisión Episcopal del Clero. Su lema pastoral es: “Muy gustosamente me gastaré y desgastaré por la salvación de vuestras almas” (2Cor 12,13). El 30 de agosto de 2011 se ha hecho público su nombramiento por el Santo Padre Benedicto XVI como Obispo electo de Cádiz y Ceuta. El 22 octubre ha tomado posesión de la Diócesis de Cadiz y Ceuta.
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