Ante todo, dijo, una serie de situaciones alarmantes que desafían la libertad religiosa, en medio de la actual crisis sanitaria, nos llama a reflexionar sobre el equilibrio entre la protección de la sociedad contra el riesgo que la Covid-19 conlleva para las poblaciones, basadas en el juicio prudente de las autoridades públicas, y el derecho de los individuos a practicar su fe, manteniendo, al mismo tiempo, el respeto por las medidas sanitarias verdaderamente útiles y básicas.
De las diferentes restricciones impuestas por los Estados para combatir la pandemia resaltó las ramificaciones en la libertad de manifestar la propia religión o creencia y la limitación de las actividades religiosas, educativas y caritativas de las comunidades religiosas. De ahí que haya afirmado:
Los sacramentos como servicio esencial
En cuanto a la perspectiva católica manifestó que “tener acceso a los sacramentos es un servicio esencial». Y dijo que “la libertad de culto no depende de la libertad de reunión, sino que es una parte esencial de la libertad de religión”. Al tiempo que:
Más allá de la pandemia
Sin embargo, afirmó que más allá de la pandemia, se siguen viendo episodios de atroces ataques de extremistas, que afectan a personas de diferentes afiliaciones religiosas. Y añadió:
De ahí que a la luz de estas dificultades subrayó la necesidad de dos caminos paralelos para avanzar: La de un diálogo interreligioso e intercultural para fomentar la comprensión y el respeto mutuos. Y el aspecto crucial de que las autoridades civiles tengan en cuenta y respeten el derecho fundamental de la libertad religiosa para todos.
El papa Francisco en Fratelli tutti
Y hacia el final de su alocución destacó cuanto afirma el Papa Francisco en Fratelli tutti:
Se trata de un derecho humano fundamental que no debe ser olvidado en el camino hacia la fraternidad y la paz. “Es la libertad religiosa para los creyentes de todas las religiones».
Un enfoque interesante para considerar
Y al concluir se preguntó: Si no sería maravilloso si otros líderes religiosos pudieran decir las mismas palabras inspiradoras, pero rellenando su afiliación religiosa en el lugar de la palabra cristiano, “por ejemplo: `Nosotros los musulmanes’ o ‘Nosotros los judíos’ pedimos que se nos garantice la libertad, incluso cuando nosotros mismos promovemos la libertad de los ‘no musulmanes’ o ‘no judíos’ cuando son una minoría. Este podría ser un enfoque interesante para considerar”.
(Vatican News)