El obispo emérito Damián Iguacen se ha convertido en el prelado católico más longevo del mundo, tras el fallecimiento hace unas semanas del chileno Bernardino Piñera, también de 104 años.
A mediados de julio, monseñor Iguacen recibió la visita del prelado nivariense, Bernardo Álvarez y del obispo de Huesca, Julián Ruiz.
Actualmente, el prelado emérito de Tenerife vive en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en Huesca. Pese a que su estado de salud se ha debilitado últimamente, se sigue comunicando con las personas que lo cuidan y visitan con su característico talente afable.