Mons. Francisco Cerro Sabemos que el Papa Francisco ha anunciado la celebración de un mes misionero extraordinario (Octubre 2019) y comenzamos a prepararlo con un año de diversas actividades. Nuestra Diócesis a través de la comisión episcopal de misiones, os está haciendo llegar un programa unida a la Iglesia universal, a la Comisión episcopal de Misiones y cooperación entre las Iglesias y las Obras misionales pontificias, que quieren ser una llamada a ser una Diócesis misionera que sabe lo que decía Benito Cortés (1882) que en la primera reunión de la Obra de la propagación de la fe dijo: “Somos católicos y por eso no queremos sostener tal o cual misión particular, sino todas las misiones del mundo”Nuestra Diócesis que vive gozosa la comunión con la Iglesia Universal, con nuestro querido Papa Francisco, nos quiere hacer vivir en el gozo de ser misioneros para cambiar el mundo.
El Domund una vez más nos llama a tomarnos en serio nuestra vocación misionera a través de orar por los misioneros y también de la colaboración económica. Como lo repite muchas veces la conversión siempre pasa por el bolsillo, por compartir. La campaña que nuestra Delegación impulsa y anima es llevar hasta el último rincón de la Diócesis, parroquias, calles, colegios …nos dice una y otra vez la urgencia de cambiar el mundo pues sabemos con el Papa Francisco que “otro mundo es posible” y ¿Cómo se puede cambiar este mundo que nos Ha tocado vivir? No se podrá transformar sin Jesús. Es Él el camino de la vida verdadera. Es Jesús lo que más necesita nuestro mundo. Por Él, con Él y en Él miles de personas los misioneros dejan todo por seguirle y decirle al mundo que sin Cristo no existe humanidad nueva. Nosotros con toda la Iglesia debemos sostener y ayudar las obras misionales.
La centralidad de Cristo nos lleva a servir a los pobres y necesitados, porque ¿quién más necesitado que quien no ha sido evangelizado? ¡Cuántas personas están esperando el mensaje de la paz y la bondad que le anuncia Jesús para construir una humanidad nueva.
No ser consciente de lo que nos jugamos en esta campaña, que año tras año, nos llama a vivir nuestra profunda vocación misionera, colaborando con la oración y nuestra aportación económica, que sea la que sea es necesaria para ser misioneros hasta el último confín de la tierra.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres