Mons. Francisco Cerro En las propuestas sinodales está presente la profunda vocación de todos a trabajar en transmisión de la fe de los niños, de los adolescentes, de los jóvenes.
Cómo podemos transmitir hoy la fe a las nuevas generaciones? ¿Es cierto que ya el Evangelio,que Jesús y que la Iglesia, no les interesa a nadie?
Siempre la Iglesia Diocesana en el tiempo libre potencia la oferta para ayudar en la educación en la fe a través del contacto con la naturaleza y la ecología, y en clave de amistad y de compartir juntos. Agradezco inmensamente a las parroquias, sacerdotes, monitores, animadores que trabajan y dedican este tiempo tan valioso de las vacaciones de verano para servir y evangelizar desde la gratuidad y de no pocos sacrificios. Mi agradecimiento es inmenso a todos los que realizan
estos servicios y hacen que por nuestras instalaciones pasen cerca de un millar de chicos que hacen realidad el servicio evangelizador de la diócesis, de las parroquias, de los movimientos, de las asociaciones. Son muchos los niños que se benefician y que los padres nos envían como una auténtica escuela de formación.
Tanto en las instalaciones de Cáritas de Villamiel como la de los Hurones en Perales del Puerto, gestionado por la asociación diocesana Junior, hace realidad que cientos de chicos y chicas se beneficien de la gran tarea de la Iglesia Diocesana al servicio de la infancia y la juventud.
La parroquia de Coria de Santiago y San Ignacio, o de Alcántara y Valencia de Alcántara, Abadía y La Granja junto con otras parroquias de la diócesis, Junior diocesano, movimiento scout católico, colegios católicos hacen este servicio
impagable y que os puedo asegurar que preparan con esmero y no ahorran ningún esfuerzo para hacer un servicio de calidad y caridad.
Todos los que desde niño somos enviados en verano a campamentos, albergues, colonias, agradecemos la profunda educación cristiana recibida y en todos los valores que tanto necesitamos para que seamos capaces de transformar el mundo según el Corazón de Dios.
Animo a todos los padres y a los chicos y chicas que hagan esta experiencia enriquecedora para sus vidas.
DIEZ CONSEJOS A LOS PADRES PARA ENVIAR A SUS HIJOS A PARTICIPAR EN
NUESTRAS ACTIVIDADES DE VERANO.
1. Apostar por el contacto con la naturaleza es vivir a tope.
2. Convivir es la clave de una escuela para la vida.
3. Son días de disfrutar de las cosas más hermosas de la vida.
4. Se nos enseña a ser cristianos.
5. Se nos ayuda a vivir sembrando esperanza.
6. Se nos inicia en la interioridad, en ser reflexivos, a ser más que a tener.
7. Nos educa en una voluntad para hacer el bien y rechazar el mal.
8. Aprendemos a ser felices haciendo el bien.
9. Descubrimos la presencia de Dios en nuestro corazón y en nuestra vida.
10. Valoramos más a la familia y a lo que tenemos alrededor sin instalarnos en
la queja.
Queridos padres, abuelos, chicos y chicas trabajad para hacer realidad cada verano una oferta valiosa y distinta.
† Francisco Cerro Chaves,
Obispo de Coria-Cáceres