Mons. Luis Quinteiro El 19 de marzo pasado, fiesta de San José, el Papa Francisco firmaba en Roma la Exhortación Apostólica “ Gaudete et Exsultate” sobre la llamada a la santidad en el mundo
actual.
Al comienzo de la Exhortación nos revela el Papa cual es la intención de este documento pontificio: “ hacer resonar una vez más la llamada a la santidad, procurando encarnar la en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades”.
El mundo de hoy tiene la esperanza y el derecho de recibir de la Iglesia de Jesucristo muchos dones y la ayuda que Jesucristo prometió a su Iglesia y al mundo. Entre todas esas ayudas, el acompañamiento espiritual que todos necesitamos es una tarea a la que la Iglesia ha de dedicar lo mejor de sí misma.
Todos valoramos la extraordinaria personalidad del Papa Francisco. El mundo de
nuestro tiempo está impactado por la capacidad del Papa para hacer frente a los más difíciles retos que se le plantean a nuestra sociedad. Sin duda que el perfil que todos perciben del Papa al instante es el de un líder espiritual. El Papa Francisco es un hombre de Dios, no un estadista de mayor o menor envergadura.
Una de las dimensiones fundamentales de la personalidad del papa Francisco es la de maestro de espiritualidad. El papa Francisco es por vocación y por formación un maestro de espiritualidad que ha dedicado gran parte de su vida al discernimiento y al acompañamiento espiritual.
Hoy necesitamos maestros de espiritualidad, hombres y mujeres de oración y con las cualidades necesarias para acompañar a otros en su vida espiritual. Todos los sacerdotes, en su condición de pastores del pueblo de Dios, están llamados a desarrollar prioritariamente esta misión.
Esta Exhortación Apostólica está dirigida a todo el pueblo de Dios. El Papa lo subraya con gran fuerza , citando el Concilio Vaticano II : “ fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente” ( L.G.,9 ).
Subraya el Papa en este documento que hoy en día el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. Con frecuencia impedimos que el soplo del Espíritu actúe en nuestras vidas y es necesario que ejercitemos la libertad que el Señor nos dio para que, habiendo examinado nuestro corazón y los signos de los tiempos, podamos recorrer los caminos de la libertad plena en el seguimiento de Dios.
Os pido a todas las personas creyentes de nuestra Diócesis que acojáis con intensa
devoción esta extraordinaria exhortación del papa Francisco que nos llama a ser santos y santas en medio del mundo de hoy.
Especialmente encomiendo a nuestros sacerdotes la tarea de despertar y cuidar la
vocación a la santidad que surge por todas partes en medio de nuestras comunidades.
Con profundo afecto
+ Luis Quinteiro Fiuza
Obispo de Tui-Vigo