Cuando cumplo 10 años de obispo de CoriaCáceres, desde el principio vi claro pastoralmente un inicio de curso donde se presenta el plan pastoral con sus subrayados, y al final el Congreso Teológico Pastoral como clausura del curso en clave celebrativa, orante, formativa y también tomarle el pulso a cómo hemos caminado durante el curso que clausuramos.
En plena preparación sinodal y caminando hacia la recta final, que será el próximo curso, este Congreso Teológico Pastoral es una ayuda clave para iluminar y rematar muchos flecos que pueden quedar y que es necesario para afrontar la recta final del Sínodo.
El Congreso Teológico Pastoral al final va a tener que realizarse en el auditorio San Francisco de Cáceres, porque en el auditorio papa Francisco del seminario todavía faltan los remates finales y quizás quedaría pequeño por las cabidas que puede albergar…
Este Congreso Teológico Pastoral va a contar con personas que hoy en la Iglesia, por su vida y testimonio, nos pueden iluminar a los cuatro grandes subrayados del Sínodo, como misión de la Iglesia de anunciar a Jesucristo. El primer tema de la transmisión de la fe es que no se puede llevar a término sin la vivencia de la caridad. El segundo tema nos lanza a implicar a un laicado, que sin él no será posible una nueva etapa evangelizadora. El tercer tema que nos lanza a organizar nuestra diócesis, a ser más fecunda y más evangélica en su organización y estructura donde deben entrar nuestra diócesis, la Curia, las delegaciones, las parroquias, las asociaciones, la coordinación. Todo aquello que nos tiene que llevar a tomarnos en serio el seguimiento de Jesús y a ser una Iglesia que en salida vive para llevar el Amor de Jesús a los que sufren.
La presencia del cardenal, arzobispo de Tegucigalpa, don Óscar Andrés Rodríguez Madariaga, que pertenece al grupo de los ocho cardenales que el papa Francisco ha confiado muchas de las reformas de la Iglesia en estos momentos junto con otras personalidades como el p. Miguel Márquez Calle, ocd, el filósofo don José Manuel Domínguez Prieto o Cristina López Schlichting, pueden ser providenciales en estos momentos que nos ayuden a encarar el Sínodo Diocesano, el acontecimiento eclesial más importante de los últimos años, como mayor espacio de corresponsabilidad con que cuenta el obispo.
Si somos más de tres mil las personas que participamos en el Sínodo y más de trescientos grupos debemos estar todos en el Congreso Teológico Pastoral. No podemos perder el tren. Si no participamos en este trampolín sinodal nos perderíamos mucho. Cada grupo sinodal recibirá en el Congreso Teológico Pastoral una carpeta donde ya se le va a indicar la ruta sinodal que concluirá con las ponencias sinodales y por último con las actas y documentos que entregará el obispo a la diócesis.
Que la Virgen de Argeme siga bendiciendo a nuestra Iglesia peregrina.
† Francisco Cerro Chaves,
Obispo de Coria-Cáceres