Mons. Eusebio Hernández Queridos hermanos y amigos:
Comencé la semana pasada presentando lo que llamaba mi convicción o sueñopara nuestra diócesis de Tarazona y que, con la ayuda de Dios, queremos realizar a lo largo de este curso pastoral: la diócesis de Tarazona en estado de misión.
Como os dije quiero transmitiros en estas primeras cartas del año pastoral lo que presentaba al Consejo Pastoral celebrado el pasado 21 de mayo. Será importante que cada parroquia y comunidad reflexione, aunque sea en pequeños grupos, este proyecto que todos debemos asumir. Desearía que en todas las parroquias se creasen grupos parroquiales, aunque sean con pocas personas, que reflexiones y descubran las necesidades del pueblo. Yo confío mucho en el dinamismo de estos grupos para la renovación y misión de la diócesis.
Diría que para realizarlo lo único que hace falta es que con confianza nos pongamos en manos de Dios, los primeros discípulos de Jesús eran también pobres personas, incluso con pocos recursos pero, puestos en las manos del Espíritu Santo, transformaron la faz de la tierra. El mismo reto ha correspondido a cada generación a lo largo de los siglos, ahora nos toca a nosotros, con todos los desafíos que nos presenta nuestra sociedad.
Esta Nueva Evangelización que debemos emprender comienza con una reforma personal, como nos dice el Papa: Todos y cada uno de nosotros necesitamos cuestionarnos profundamente, modificando criterios, actitudes y comportamiento concretos.
Pero, a su vez, el Papa nos dice que sólo la reforma de personas no basta si no va acompañada de una reforma de estructuras. La Iglesia siempre se tiene que reformar, si no lo hace, se queda atrás. Hay cosas que servían para el siglo pasado u otras épocas y ahora ya no sirven, entonces hay que reformarlas. Sólo el Espíritu Santo nos puede iluminar en lo que es necesario reformar y, por ello, nos debemos abrir a la novedad que Él puede realizar, conduciéndonos por su luz.
Guiados por el Espíritu Santo hay que estudiar a fondo lo que está ocurriendo en todo el proceso de iniciación en la fe y ver qué papel están desempeñando los sacramentos en dicho proceso.
Es, pues, un momento crucial de la Iglesia y de la responsabilidad que todos tenemos de cara a la comunidad cristiana; por ello debemos poner a nuestra iglesia diocesana de Tarazona en estado de misión.
Es lo que deseo como pastor, pero sé que debe ser obra de todos. Sin la participación libre y responsable de los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos no será posible. A todos os propongo estos desafíos evangelizadores.
Dos dimensiones de la Nueva Evangelización deben señalar la ruta de nuestro camino:
Evangelización ad extra, es decir hacia todos aquellos que están fuera de nuestros templos y que nos impulsan a ser una Iglesia en salida que sale a su encuentro; y por otra parte ad intra, que a todos los que vivimos la vida de las parroquias, de una forma sencilla, concreta y realizable reavivemos el don recibido de nuestra fe.
De estos dos aspectos reflexionaré con vosotros el próximo domingo. Mientras tanto os saludo y bendigo con todo afecto.
+ Eusebio Hernández Sola, OAR
Obispo de Tarazona