Mons. Joan E. Vives Al inicio del tiempo pascual, los Obispos de Cataluña hemos hecho pública una Nota para pedir a las Comunidades cristianas y las Autoridades, tanto a nivel local como europeo, que se dé acogida a los refugiados. Os la resumo para que la conozcamos y tengamos oportunidad de reflexionar. No podemos olvidar o mirar hacia otro lado ante el éxodo de millones de personas que huyen de diferentes países de Oriente Medio, Asia y África a consecuencia de conflictos armados y persecuciones. Tampoco podemos ignorar los millones de personas obligadas a emigrar debido a la pobreza. En sus desplazamientos, refugiados y emigrantes sufren a menudo situaciones extremadamente precarias, abusos por parte de organizaciones de traficantes y, a veces, también rechazo social y trato inadecuado por parte de algunas autoridades. Son miles, muchos de ellos niños, los que han perdido trágicamente su vida cruzando el Mediterráneo para llegar a Europa. Debemos orar a Dios, con esperanza, que todos los emigrantes y refugiados sean protegidos y tratados de acuerdo con la dignidad que merece toda persona. Y debemos actuar.
Duele profundamente tener que constatar que algunas políticas desarrolladas por los gobiernos de Europa y la actitud de una parte de las poblaciones europeas no se están mostrando a la altura de su obligación legal y moral de proteger y acoger a todos los refugiados, lo que provoca aún mayores sufrimientos. Con todo, son de alabar y agradecer los gestos y esfuerzos de solidaridad de buena parte de la ciudadanía y de organizaciones no gubernamentales que se han multiplicado en todas partes. También en Cataluña hemos visto que son muchas las personas y organizaciones que se han movilizado en iniciativas de salvamento, asistencia humanitaria y sensibilización social. Los obispos apoyamos y alentamos todas estas acciones. Nuestras diócesis, a través de Cáritas y otras entidades católicas, hemos ofrecido desde el primer momento diversos equipamientos y recursos para la acogida y, de hecho, hace tiempo que atendemos refugiados y ayudamos a sensibilizar la opinión pública.
Los cristianos no debemos cansarnos de insistir en que los refugiados y los emigrantes deben ser tratados como hermanos, respetando siempre su dignidad humana, haciendo nuestro su sufrimiento y superando la tentación de la indiferencia. Es el deseo, tantas veces expresado, de ver una Europa unida y cohesionada, compartiendo los valores democráticos que definen su identidad. Por eso los Obispos de Cataluña llamamos a continuar movilizándonos y a trabajar en favor de la acogida y la integración de los refugiados y también de todos aquellos que, por razones económicas u otras dificultades, llegan a nosotros con el deseo de poder emprender una vida mejor. Asimismo, invitamos a la ciudadanía y las instituciones a incidir sobre la Comunidad internacional para que se garantice la acogida y la protección de la vida y los derechos humanos de todos los emigrantes y refugiados. Es necesario y urgente que se afronten seriamente las causas de esta dura realidad, poniendo fin a los graves conflictos armados, la inseguridad y la pobreza que provocan el éxodo de millones de personas de sus países de origen. Por eso intensifiquemos la oración y los esfuerzos concretos de solidaridad y hospitalidad hacia todos los inmigrantes y refugiados que llegan a nuestro país.
Y en este domingo, siguiendo la llamada del Papa Francisco, recogeremos las ayudas que podamos por los hermanos de Ucrania que sufren los estragos de la violencia y la guerra. Tenemos muchos familiares suyos viviendo y trabajando en nuestra Diócesis: ¡Ayudémosles!
+ Joan E. Vives
Arzobispo de Urgell