Mons. Agustí Cortés La Bula del Papa El rostro de la misericordia dice: “Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual”. (n. 3).
Estas breves palabras quieren ser un sencillo eco del gran mensaje que hemos recibido del Papa Francisco, invitándonos a celebrar el Año Santo de la Misericordia. La Diócesis de Sant Feliu de Llobregat se adhiere a esta llamada, dirigida a la Iglesia Universal por el Santo Padre, y expresa su deseo de compartir fielmente la vivencia y el compromiso espiritual que contiene.
La celebración del Año Santo de la Misericordia pretende dos grandes objetivos. Por un lado, busca ofrecer la oportunidad a todos los fieles de vivir profundamente el don de la misericordia de Dios. Se quiere así favorecer una renovación y un crecimiento personal y eclesial en autenticidad evangélica. Por otra parte, realiza una llamada a ser instrumento de esta misericordia a favor de los demás, especialmente de los más necesitados. Con ello se pretende renovar la vida comunitaria y social, haciéndola más parecida al mundo que Dios desea.
La Bula del Papa nos recuerda que Dios, que es amor, se nos ha comunicado mediante Jesucristo en forma de misericordia sin límites. En su corazón siente y vive Él la miseria humana, hasta el punto de haberse entregado totalmente en Jesucristo para salvarnos. Es por ello que se nos invita a volver a Jesucristo, el rostro transparente de la misericordia del Padre, que nos ha revelado el verdadero Dios – amor, esperanza y salvación de toda la humanidad.
Para vivir profundamente la gracia de este Año Santo, tenemos muy presente todas las miserias humanas, todo lo que nos impide realmente ser felices: desde nuestros propios pecados, hasta los sufrimientos de las víctimas de pecados ajenos, pasando por las limitaciones causadas por nuestra condición de seres humanos. Sobre toda miseria humana debe sobrevenir el amor sanador de Dios.
Para hacer nuestras las indicaciones hechas por el Papa sobre la celebración de este Año Santo extraordinario de la Misericordia, establecemos los siguientes puntos:
1. La celebración del Año Santo queda integrada en los objetivos del Plan Pastoral Diocesano correspondientes al primer año. Particularmente en el objetivo de la llamada a la autenticidad de vida cristiana.
2. Celebraremos la apertura del Año Santo en la Catedral, el próximo día 13 de diciembre, tercer domingo de Adviento, a las 18.00 h. La clausura tendrá lugar en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, domingo 20 de noviembre de 2016.
3. Aunque podremos incluir iniciativas propias del Año Santo a lo largo de todo el año, concentraremos nuestros esfuerzos en el tiempo de la Cuaresma, con el ánimo de vivir más profundamente el espíritu de reconciliación con Dios y con los hermanos. Hay al alcance de todos materiales con sugerencias, textos, imágenes, etc., adecuados para cualquier iniciativa pastoral encaminada a celebrar el Año Santo.
4. El momento más significativo del Año Santo es la peregrinación a los lugares señalados para recibir la gracia del Jubileo. Estos lugares de peregrinación y de indulgencia jubilar a la Diócesis serán la Catedral, centro de comunión y «madre de todas las comunidades», y el Monasterio de Santa María de Montserrat.
Que este tiempo de gracia nos permita experimentar la fuerza renovadora y liberadora del perdón en nosotros mismos y en nuestros hermanos.
† Agustí Cortés Soriano
Obispo de Sant Feliu de Llobregat