1. Ante la noticia de la muerte de 4 inmigrantes y 39 desaparecidos en
aguas de la costa malagueña, la Diócesis de Málaga muestra su profundo
dolor por la pérdida de estas vidas humanas y su solidaridad con los
familiares de las víctimas.
2. Al mismo tiempo denuncia las causas de las situaciones de injusticia,
que impulsan a estas personas a dejar su tierra y familia para buscar un
futuro mejor.
3. No debemos permitir que la frecuencia de estas tragedias terminen
insensibilizándonos. “La indiferencia y el silencio abren el camino a la
complicidad cuando vemos como espectadores a los muertos por
sofocamiento, penurias, violencias y naufragios” (Papa Francisco).
4. Como discípulos de Cristo no podemos olvidar que son hermanos
nuestros y no “material descartable”. Nadie inicia un éxodo tan difícil y
duro por mero afán de aventura, voluntariamente, sino huyendo de la
penuria del hambre, de la guerra o de la persecución religiosa.
5. Las víctimas habrían podido contribuir a la construcción de una sociedad
mejor, más justa y fraterna, que con su pérdida queda irremediablemente
empobrecida.
6. Invitamos a la comunidad eclesial a unirse en oración y a
comprometerse, para que no sigan repitiéndose tragedias de este tipo y para
acoger a los supervivientes como hermanos.
7. Agradecemos a las personas e instituciones de salvamento y acogida la
inestimable labor que realizan.