Mons. Eusebio Hernández Queridos hermanos y amigos:
El 11 de junio del 2015 quedará enmarcado en la historia de nuestra catedral de Tarazona con letras de oro, porque en ese día recibió el Premio de Europa Nostra / Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural. De los 263 proyectos presentados de 29 países, 28 han merecido premios. La catedral de Tarazona ha obtenido el premio en la categoría de conservación. El jurado ha valorado también que la restauración llevada a cabo en la seo turiasonense es, asimismo, un excelente ejemplo de colaboración interinstitucional. Esperamos el 5 de octubre, fiesta de nuestro querido patrón, San Atilano, para hacer la presentación de la placa y diploma que tuvimos el honor de recibir en la capital de Noruega.
La catedral de Tarazona nos recuerda que la via pulchritudinis , el camino de la belleza, es un lugar privilegiado para llegar a Dios. Los artistas han sido dotados por el Creador con una parte de su ser, para poder captar el misterio y hacerlo asequible a los hombres. Es ese misterio el que celebramos, adoramos y proclamamos en nuestra catedral. Es el misterio de la Belleza inmutable.
Entrar en la Catedral “Santa María de la Huerta” es una experiencia inolvidable; es sentir un impulso vertical hacia lo alto y dejarnos envolver por la luminosidad que se ha recuperado tras la restauración. La decoración del presbiterio, la luminosidad del cimborrio, las pinturas murales y la disposición de las figuras nos quieren mostrar la catedral como una piedra preciosa, que eleva en su dignidad a todos aquellos que la visitan.
Puedo afirmar, y así me gustaría que sucediera, que los fieles que entran en contemplación de toda esta maravilla, experimenten los misterios de un reino que no es de este mundo, pero que lo transfigura según la voluntad del Creador. Así pues la catedral de Tarazona, como todas las catedrales, quiere ser una síntesis entre la fe y el arte, que se expresa con armonía mediante el lenguaje universal y fascinante de la belleza. El impulso hacia lo alto quiere invitar a la oración. De este modo, la catedral gótica desea traducir en sus líneas arquitectónicas el anhelo de las almas hacia Dios.
Una catedral donde todos los estilos brillan por sí mismos y en el conjunto, haciendo de la catedral de Tarazona un monumento único. Se ha respetado el aspecto exterior de la catedral (la obra gótica con decoración mudéjar), pero dentro se ha apostado por recuperar el aspecto renacentista. Las figuras del cimborrio han dado pie a que, entre los especialistas, se hable ya de la catedral de Tarazona como la «Capilla Sixtina del Renacimiento español». Espero que todos los que tengan la oportunidad de visitar esta catedral puedan disfrutar y gozar en la contemplación de esta hermosísima obra.
Se han hecho muchas cosas, pero quedan todavía muchas por hacer. Por eso la concesión de este premio es un impulso para todos nosotros a seguir trabajando en este proyecto común que busca recuperar en su plenitud esta joya de arquitectura, pintura y arte, fruto de fe profunda, de sensibilidad espiritual y del talento artístico.
Esta catedral una vez finalizada será motivo de orgullo, todavía mayor, y de viva satisfacción para toda la Diócesis, para Aragón, para España y para la humanidad.
Con alegría y cordialidad os saludo y bendigo.
+ Eusebio Hernández Sola, OAR
Obispo de Tarazona