Mons. Carlos Escribano Una vez culminado el curso escolar y universitario nuestros niños y jóvenes hacen un alto en su tarea ordinaria y durante los meses estivales recuperan fuerzas para afrontar nuevos retos el curso próximo. Desde siempre la Iglesia ha ofrecido, desde distintos ámbitos, actividades especialmente dedicadas a ellos, para ayudarles a aprovechar el tiempo vacacional brindándoles experiencias que les ayuden a crecer como personas y como creyentes.
Las iniciativas en nuestra diócesis surgen de parroquias, asociaciones y de la misma delegación de pastoral juvenil. Es importante cuidar a nuestros niños y jóvenes para que descubran su espacio en la Iglesia y vayan asumiendo que ellos pueden ser evangelizadores privilegiados de otros jóvenes.
Dos campamentos se ofrecen en el mes de Julio. El campamento Monesmon organizado por un grupo de parroquias en Alcalá de la Selva y el que organiza la Acción Católica General, sector de infancia, en el campamento de Lomas Altas. Ambos tienen siempre un buen número de participantes que, junto a sus monitores, disfrutan de unos días de descanso, convivencia y formación.
La delegación de Pastoral Juvenil ofrece este año una actividad, en el mes de Agosto, que se divide en dos momentos. En primer lugar el Camino de Santiago y en segundo lugar el Encuentro Europeo de Jóvenes, organizado por la Conferencia Episcopal Española en Ávila, con motivo del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Partirán el 31 de Julio y llegarán a la capital compostelana después de caminar más de 110 kilómetros. Acuden a la cita entre 60 y 70 jóvenes de nuestra diócesis. Una de las cuestiones que siempre suscita el Camino de Santiago es preguntarse qué significa peregrinar, ponerse en camino. Peregrinar, nos recuerda el Papa Francisco, “es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. (Misericordie Vultus 14). Se trata de ponerse en camino, de salir de nuestra tierra, de nuestras circunstancias. En una palabra, “desinstalarnos” para poder caminar, ligeros de equipaje, con el corazón abierto en busca de los otros y del Otro. El Camino de Santiago es una experiencia espiritual milenaria, un camino de fe recorrido por multitud de peregrinos a lo largo de los siglos en los que se conjugan múltiples aspectos que la hacen una experiencia única.
Y desde Santiago nuestros los jóvenes de Teruel acudirán a Ávila para encontrarse con jóvenes cristianos de otras diócesis españolas y de otros países europeos. El Encuentro Europeo de jóvenes es un gran acontecimiento eclesial que quiere expresar de forma visible la fe en Jesucristo y el dinamismo de la Iglesia, dando testimonio de la actualidad del mensaje cristiano. Los jóvenes se reunirán en torno a Cristo, convocados por santa Teresa de Jesús, para crecer, profundizar y dar testimonio de su fe en Jesús.
Os pido que en estas semanas de Julio encomendéis todas estas actividades con jóvenes en nuestra diócesis. Damos gracias a los catequistas, monitores y responsables por el gran trabajo que realizan y pedimos que sean muchos los frutos que se deriven de estas experiencias de fe y amistad.
+ Carlos Escribano Subías,
Obispo de Teruel y de Albarracín