Mons. Julián López Queridos diocesanos:
Nos encontramos casi al final del tiempo pascual, la cincuentena gozosa que transcurre desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés, ambos inclusive, periodo privilegiado en el que celebramos la presencia del Señor resucitado que comunica el Espíritu Santo prometido a los discípulos y que había brotado como un manantial inagotable del costado de Cristo en el momento de la muerte en la cruz (cf. Jn 19,30.34). Como sabéis, en dicho tiempo preferentemente, administro el sacramento de la Confirmación por toda la Diócesis y se celebran también las primeras comuniones de los niños. De alguna manera se repite lo que se narra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, la renovada efusión del Espíritu Santo que provocaba un fuerte impulso misionero.
Muchos sabréis, quizás, que he viajado a Cebú, en las Islas Filipinas, para participar en la reunión preparatoria del LI Congreso Eucarístico Internacional que tendrá lugar, D.m., en dicha ciudad del 24 al 31 de enero de 2016 bajo el lema “Cristo en vosotros la esperanza de la gloria” (Col 1,27). Allí he podido comprobar la vitalidad de aquella iglesia fundada y alimentada durante mucho tiempo por misioneros españoles. Pero ahora quiero anunciaros algunas convocatorias próximas en nuestra diócesis para animaros a participar.
El sábado 16 es el Día del Monaguillo, una bella jornada juvenil y vocacional que se ha preparado con ilusión y empeño y que espera respuesta. Naturalmente cuando se cuenta con niños en la parroquia, pero a los que es preciso convocar antes y animar para que sirvan en el altar. El día 18, lunes, se celebra, trasladada, la fiesta de San Juan de Ávila, patrono del clero español y uno de los sacerdotes más estimados por Santa Teresa de Jesús -estamos en el Año Teresiano- al que envió su primer libro para que lo leyese y le diera su opinión “porque entendía mucho de oración” y “sus escritos y sermones son de gran provecho”, como dice la Santa en una de sus cartas. Ese día clausuramos, Dios mediante, el curso de la formación permanente del clero y homenajearemos a los presbíteros que cumplen 25 y 50 años de sacerdocio.
La última semana del tiempo pascual, desde la solemnidad de la Ascensión del Señor hasta la de Pentecostés, cuando nos preparamos para la celebración de la venida del Espíritu Santo, va a estar dedicada, por deseo de los obispos españoles que nos hacemos eco de la petición del papa Francisco, a orar intensamente por los cristianos perseguidos a causa de su fe en diversas partes del mundo. Lo haremos cada día en la oración de los fieles de la Santa Misa y en la Liturgia de las Horas, pero además lo haremos en una celebración especial a la que invito ya desde ahora a todos los que puedan acudir y, especialmente, a las comunidades religiosas y asociaciones de carácter religioso y apostólico, el jueves día 21 de mayo a las 20’30 horas en la Real Colegiata-Basílica de San Isidoro.
Y todavía otra convocatoria: ocho días después de la anterior, el día 28 de mayo y a la misma hora y lugar, os invito a celebrar también la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, fiesta nacida en España y hoy extendida a toda la Iglesia. Entre nosotros es una jornada dedicada a orar por la santificación de los sacerdotes. Esta celebración, con esta finalidad, puede hacerse en todas las iglesias de la diócesis.
Que el Espíritu Santo llene a todos de sus dones.
+ Julián López Martín,
Obispo de León