Casimiro López Llorente Queridos diocesanos:
Nuestra Iglesia diocesana se prepara ya para celebrar el tercer Gran Encuentro diocesano. Será, D.m., el sábado, día 25 de abril, en el Seminario diocesano Mater Dei en Castellón. La experiencia gozosa de Iglesia diocesana, que hicimos los participantes en los dos encuentros anteriores, fue intensa y hermosa; ella nos motiva a celebrar este tercer Encuentro. Sois muchos los que me habéis pedido con mucha insistencia su celebración periódica.
En este tercer gran Encuentro queremos celebrar y compartir la alegría del Evangelio y de la misión, siguiendo la invitación del Papa Francisco en su bella e interpelante Exhortación Evangelii Gaudium. Allí nos dice que la alegría del Evangelio que brota del encuentro personal con Jesucristo y «que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera» (EG 21).
Durante este curso hemos orado y reflexionado personalmente y en grupos parroquiales, en comunidades eclesiales, movimientos y asociaciones sobre esta Exhortación papal. Este trabajo encuentra ahora su colofón, si bien seguiremos profundizando en las llamadas y directrices del Papa para lograr la necesaria renovación pastoral y misionera de toda nuestra Iglesia diocesana y, sobre todo, de nuestras parroquias para que sean «evangelizadas y evangelizadoras», como nos propone nuestro Plan Diocesano de Pastoral.
El Señor nos dice que «donde hay dos o más reunidos en su nombre, allí está Él en medio de ellos». Sabiéndonos reunidos en torno al Señor Resucitado, en este Encuentro diocesano queremos celebrar la alegría del encuentro personal y comunitario con Cristo vivo que nos llevará a la alegría de la misión para ofrecerlo a otros con nuestra palabra y con nuestro testimonio de vida. La oración comunitaria, la reflexión, la comida fraterna, el encuentro con hermanos de otras partes de nuestra Diócesis y, sobre todo, la celebración de la Eucaristía, serán momentos de gracia para compartir y fortalecer la alegría de ser discípulos misioneros del Señor. No faltará la posibilidad del reencuentro con el amor reconciliador de Dios en el sacramento de la Penitencia, fuente de paz y de alegría interior.
Que esta invitación llegue a todos, porque todos estamos invitados y convocados: niños, adolescentes y jóvenes, adultos y mayores, seglares, religiosos, religiosas y sacerdotes, matrimonios y familias cristianas. Para todos hay espacio. Os espero.
Con mi afecto y bendición en el Señor Resucitado,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón