Mons. Jesús Murgui Este domingo, 1 de Marzo de 2015, estamos llamados a hacer realidad la Jornada que convoca a todos los catequistas de infancia, adolescencia, jóvenes y adultos de la Diócesis, con el objetivo de convivir y compartir experiencias, de reflexionar sobre el momento de la catequesis en nuestra Iglesia Diocesana, así como de celebrar juntos nuestra fe, y vuestra vocación y misión específicas.
El lema de la jornada, “Discernir en la Iglesia para evangelizar el mundo”, es exactamente el mismo que orienta y refleja el camino de la Diócesis en el presente curso, una hermosa tarea de discernimiento de nuestra realidad desde la Palabra de Dios y las enseñanzas del Papa Francisco, para ir llegando a perfilar qué prioridades y caminos debemos impulsar en el próximo Plan de Pastoral de nuestra Diócesis, a fin de ser una Iglesia gozosamente unida y “en salida” para evangelizar el mundo.
Ya el Beato Pablo VI escribía que «a propósito de la evangelización, un medio que no se puede descuidar es la enseñanza catequética» (“Evangeliinuntiandi” n. 44). Y, recientemente, en el contexto del anuncio del Evangelio, también el Papa Francisco expone en el capítulo tercero de su Exhortación apostólica “EvangeliiGaudium”, unas líneas básicas para la renovación de la catequesis, a las que encarecidamente os remito.
De ellas me permito destacar su afirmación de que el primer anuncio del Evangelio «debe provocar también un camino de formación y de maduración» de la persona (EG 160). Un camino que se resume en la acogida del amor de Dios y en la práctica del amor a Él y al prójimo. Un camino que, al servicio del “crecimiento” en la aceptación y el ejercicio del amor (EG 163), tendrá en cuenta, como señala el Papa en diversos momentos de su Exhortación, el contenido moral de la catequesis y el modo de transmitirlo (EG 68 y 168).
Es preciso tener muy en cuenta, como él señala, que la catequesis ha de partir siempre del anuncio del misterio trinitario, que confesamos ya desde el bautismo, que recordamos continuamente en el Credo y al trazar sobre nosotros la señal de la cruz. El fuego del Espíritu nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrección, nos revela y comunica la misericordia del Padre (EG 164).
Del mismo modo, demanda dos referencias presentada por el Papa como crecimiento (EG 169-171); toda evangelización, está fecunda «radicalmente la (EG 175). leer más
+ Jesús Murgui
Obispo de Orihuela-Alicante