El Gesto Diocesano contra la crisis, tras cinco años de camino en Zaragoza, quiere ahora además realizar un compromiso concreto ante el problema de la vivienda. Por tanto, sin dejar de lado su trabajo de sensibilización, se ha firmado un convenio entre el Arzobispado y la sociedad municipal Zaragoza Vivienda, a través del cual se persigue ayudar a mejorar la situación de las personas más vulnerables en lo que se refiere a desahucios, pobreza energética y exclusión residencial, implicando al mayor número de personas e instituciones de la diócesis.
En la coordinadora del gesto están representados Cáritas, Consejo de Acción Católica, Apostolado Seglar, Enseñanza, Manos Unidas, Pastoral Juvenil, Pastoral Penitenciaria, Pastoral Obrera y Centro Pignatelli.
Se han abierto tres vías de colaboración. Por un lado, la creación de un fondo solidario destinado a facilitar un alquiler accesible, prevención del desahucio y de la pobreza energética. Igualmente, se propiciará la cesión de viviendas por parte de particulares para que sean arrendadas a bajo precio. Y, por último, propiciar el acompañamiento a los afectados, a través de un equipo de voluntariado.