A la izquierda de la tarima quedará emplazada la Escolanía de la Virgen de los Desamparados, que ofrecerá cantos durante el acto, y, a la derecha, los sacerdotes que tras la predicación se repartirán por la plaza para confesar a todas aquellas personas que quieran recibir el sacramento de la Penitencia ante la Virgen, durante el rezo del santo Rosario. Finalmente, la talla original de la Mare de Déu será devuelta a la Basílica, a su emplazamiento habitual que es su altar mayor, “realizando el mismo recorrido que a su llegada” y, mientras, se entonará el Himno de la Coronación.
Mientras dure todo el acto del sábado por la mañana, como la Basílica permanecerá cerrada, el culto será trasladado a la iglesia de San Lorenzo, ubicada en la calle Navellos, con el mismo horario de misas. Por la tarde, la Basílica retomará el culto habitual.
Proclamación de la Virgen como patrona de la Región valenciana
El 10 de marzo de 1961, el beato papa Juan XXIII proclamó a la Virgen de los Desamparados, “Patrona principal ante Dios, de toda la Comunidad Valenciana”, según Juan Bautista Antón. “Fue la prefectura de la Congregación de Ritos el 25 de abril de 1961 la que comunicaba esta alegre noticia a monseñor Marcelino Olaechea, entonces arzobispo metropolitano de Valencia, quien en nombre de las diócesis de Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón, había elevado al Santo Padre esta petición”, ha añadido.
La proclamación se celebró solemnemente el 13 de mayo de 1961, fiesta de la Virgen, con la asistencia de un “buen número de obispos presididos por el cardenal Cayetano Cicognani, prefecto de la Congregación de Ritos”, en la explanada del puente del Real de Valencia, “exactamente en el mismo lugar de la Coronación Pontificia de la Virgen en 1923, motivo por el que también salió la imagen original de la Virgen de su Basílica”, según el rector.
Misión Magnificat
La “Misión Magnificat” es una acción evangelizadora impulsada por el Arzobispo de Valencia en la que centenares de sacerdotes de la archidiócesis están predicando fuera de sus parroquias durante el tiempo de Cuaresma. De esta manera, los presbíteros predican durante tres días consecutivos sobre diversos misterios de la vida de la Virgen María y la última predicación corre a cargo de monseñor Osoro que ha recorrido, con este motivo, las ocho vicarías territoriales de la diócesis.