Mons. Alfonso Milián Es bueno conocer lo que hacen en otros países para contrastar con lo que aquí hacemos. En concreto es bueno conocer lo que hacen en Europa con la asignatura de religión que con motivo de la LOMCE ha suscitado bastantes críticas.
En la mayoría de los países europeos se oferta la asignatura, bien como opcional u obligatoria con posibles excepciones, y la nota tiene efectos académicos, aunque no en todos cuenta para la nota media.
Se ofrece la religión como obligatoria en la mayoría de los países: Reino Unido, Finlandia, Grecia, Austria, Chipre, Dinamarca, Irlanda, Malta, Noruega, Rumanía, Suecia, Suiza, Croacia, Eslovaquia, Holanda, Hungría Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia.
Es opcional en Andorra. Es opcional con efectos académicos en Alemania y Bélgica y facultativa sin que la nota cuente para la media en Portugal e Italia en los cursos superiores.
Sistemas educativos que antes ignoraban la religión han incorporado a su plan de estudios asignaturas con referencia religiosa. Es el caso de muchos de los antiguos integrantes de la URSS. En Rusia es obligatoria cursar a los 10 y 11 años la de “fundamentos de las religiones y la ética laica”, escogiendo entre seis módulos la religión que se desee.
En Francia se aprobó reintroducir el estudio del “hecho religioso” con carácter obligatorio que debía comenzar a impartirse en 2012, pero la llegada al poder del socialista Francois Hollande dejó la asignatura en suspenso, por lo que la enseñanza de la religión sigue desterrada de la educación pública.
Expertos en sistemas educativos afirman que la reforma impulsada en España no resulta muy innovadora, aunque sí se ha puesto un poco al día con respecto al resto de Europa al dar a la religión “carta de naturaleza como asignatura normal” y convertirla en evaluable.
Afirmaba el Ministro de Educación, después de aprobar el gobierno la reforma educativa, que “estamos obligados a cumplir los acuerdos internacionales, el tratado con la Santa Sede de 1979, además de hacer lo que la inmensa mayoría de los estados de la Unión Europea, que contemplan la oferta obligatoria de una asignatura de religión, con rango evaluable, y que quienes no la cursen deban cursar otra, de manera que elegir la religión no sitúe a los alumnos en una posición desfavorable”.
A nadie se le debe obligar a estudiar la religión pero sí hay obligación de facilitar la enseñanza de la misma a quienes la soliciten. No es un privilegio ni una concesión que algunos padres y confesiones religiosas quieren mantener, y lo mendigan de los poderes del Estado y de la Dirección de los centros educativos. Ser educados de acuerdo con las propias convicciones religiosas y morales es un derecho que asiste a los padres y a los propios alumnos. Corresponde a los responsables de los centros educativos dar cauce a este derecho haciendo viable la enseñanza de la religión que se solicita.
Espero que el conocimiento de la enseñanza de la religión en otros países de Europa os sea iluminadora.
Con mi afecto y bendición
+Alfonso Milián
Obispo de Barbastro-Monzón