Mons. Alfonso Milián Estrenamos un nuevo curso con los mejores deseos de seguir los pasos de Jesús manifestados en su evangelio y de ir construyendo, entre todos, nuestra Iglesia de Barbastro-Monzón. Todos nos ponemos en marcha en esta hermosa tarea de la evangelización.
Para empezar, este próximo sábado, día 7, tenemos la XXXV Romería de las Vírgenes de la Ribagorza que hemos ido celebrando de forma ininterrumpida. Será en Pont de Suert. A ella acudiremos por primera vez los tres obispos en cuyas diócesis se han celebrado alguna de las romerías. Será un hermoso signo de comunión. Todos estáis invitados. ¡Es tan hermoso peregrinar con la Virgen de cada comunidad!
Quiero comentaros y detenerme, además y ahora, en un hecho que tiene una gran trascendencia para nuestra Diócesis, de forma especial para la Ribagorza: la despedida de los Hermanos de La Salle que durante 38 años han sido presencia viva de Jesucristo en esa tarea evangelizadora de los pueblos más pequeños. He podido comprobar el cariño y gratitud hacia ellos de las personas, muchas ya ancianas, que recibían con frecuencia su visita y el alimento espiritual. Habéis sido, queridos hermanos de la Salle, un gran regalo de Dios para todo el valle. Gracias, gracias de corazón, en nombre de la Diócesis pero sobre todo en nombre de los habitantes de esos pequeños pueblos a los que habéis hecho llegar el amor de Dios Padre.
Esta situación nos lleva a un replanteamiento de la atención pastoral que se convierte en una llamada de Dios, especialmente para los que vivís en el valle de Benasque. Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para que en nuestros pueblos vaya creciendo el proyecto de Jesús. No nos faltará la fuerza, la ternura, la luz y la cercanía de Dios. El Señor quiere seguir haciendo el bien de una manera visible a través de cada uno de nosotros y de nuestras débiles comunidades cristianas. Es importante que nos ayudemos para poder ayudar a quienes esperan y necesitan nuestra
ayuda.
Ante estas llamadas de Dios –y otras- os apunto algunas iniciativas para la nueva etapa que iniciaremos tras la marcha de los Hermanos cuya despedida celebraremos en Guayente el 29 de septiembre a las 12 y a la que estáis todos invitados:
Tres sacerdotes, con la ayuda de D. Ernesto Durán, atenderán los tres grupos parroquiales que abarcan 44 núcleos de población. Aunque cada uno tendrá el encargo de un grupo parroquial. Trabajarán unidos formando de los tres grupos una unidad pastoral. Vais a notar que disminuyen las celebraciones presididas por el sacerdote pero los sacerdotes os visitarán con frecuencia.
Es necesario que en cada pueblo haya una o varias personas encargadas de estar en contacto con el sacerdote para informarle de las necesidades que ocurran en el pueblo y colaborar en el trabajo pastoral.
Ante la disminución de celebraciones presididas por el sacerdote sugiero que dos o más pueblos próximos os unáis para celebrar juntos la Eucaristía dominical. Conviene que algunas personas os comprometáis a dirigir el domingo un encuentro para rezar, escuchar la palabra de Dios y recibir la comunión, como vienen haciendo los Animadores de la Comunidad.
Le pidamos a la Virgen en la Romería que proteja de manera especial esta nueva etapa pastoral del valle de Benasque.
Os acompaño con mi afecto y bendición
+Alfonso Milián
Obispo de Barbastro-Monzón