Mons. Jesús García Burillo Ávila se viste de gala para recibir por segunda vez la exposición de Las Edades del Hombre. Hace nueve años, nuestra Catedral abría sus puertas para invitarnos a ser “Testigos”. En este 2013 nos desplazamos hasta Arévalo para una segunda invitación: invitarnos a creer con “Credo”. En el Año de la Fe que estamos celebrando, ningún tema podría estar tan directamente relacionado. Esta nueva muestra de Las Edades del Hombre que ahora acoge nuestra diócesis es una ocasión única para que sus visitantes tengan la oportunidad de encontrase con la fe: con sus contenidos y con la posibilidad de hacer personalmente un acto de fe. La palabra latina con la que se conoce la exposición, “Credo”, abarca dos acepciones: el acto de creer (¡yo creo!), y las verdades de fe en las que yo creo (símbolo de los apóstoles). Estas dos acepciones estarán presentes en las 92 obras de la muestra arevalense.
En total, un preámbulo y tres capítulos que aglutinarán lo esencial de la profesión de la fe cristiana, el Credo. A lo largo de los siglos la Iglesia, gracias a la reflexión de las verdades reveladas, ha ido plasmando numerosas profesiones de fe, entre las cuales dos ocupan un lugar muy particular: por un lado, el llamado Credo de los Apóstoles, el más antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma; por otro, el Credo Niceno-Constantinopolitano, que data de los dos primeros Concilios ecuménicos del siglo IV, común a las Iglesia de Oriente y Occidente. Dos formas de rezar el Credo, que expresan sintéticamente todo lo que hay que creer: la fe en Dios Uno y Trino, la fe de la Iglesia y en la Iglesia, y la fe en la vida eterna. Existe una profunda unidad entre el acto de creer y los contenidos de la fe. Quien abre su mente y su corazón a la verdad de Dios adquiere una mirada profunda no sólo sobre Él, sino también sobre sí mismo, sobre el hombre y sobre la realidad.
Por ello, “Credo” supondrá una clara invitación a creer, a abrir nuestro corazón a Dios, a realizar un acto de fe contemplando por medio del arte los misterios centrales del cristianismo. Será una oportunidad para recorrer la via pulchritudinis, es decir, acceder a lo trascendente a través de la belleza, en este caso del arte religioso que encierra el patrimonio cultural que atesora la Iglesia. Un patrimonio que ya es de por sí la manifestación de nuestra fe, generada a lo largo de la historia. En la muestra de Las Edades veremos obras que abarcan desde el siglo VI hasta las más contemporáneas. En ellas, podremos disfrutar no solo de la belleza artística de la pieza, sino también del mensaje vibrante que atesora en ella la fe de su creador. Podremos admirar el ejemplo de vida de algunos de los grandes creyentes que ha tenido la Iglesia en su historia. Y descubriremos los contenidos de la fe cristiana. Junto a ellas, podremos contemplar algunas obras de origen no cristiano, que nos muestran en definitiva la profunda religiosidad que subyace en todo ser humano y su constante búsqueda de lo divino, lo trascendente, como preámbulos de la fe.
Esto hace que “Credo” suponga una oportunidad excelente para que los creyentes podamos redescubrir y fortificar nuestra propia fe, para que vivamos su belleza y gocemos con ella. Las Edades del Hombre son una excelente ocasión para reavivar nuestra fe en las verdades reveladas que han sido plasmadas artísticamente por otros creyentes, como expresión viva de la fe perenne de la Iglesia y del estilo artístico de diversas épocas. Pero es una invitación universal, incluso para los que puedan estar más alejados de Dios. La puerta de la fe está abierta a todos. Quién sabe si los no creyentes, en su intensa búsqueda del sentido último de su existencia terrena, puedan alegrarse con la belleza de las obras expuestas y contemplar en ellas el motivo, la experiencia interior, que llevó al artista a plasmarlas, y, a través de esta contemplación, puedan encontrar el camino que conduce al misterio de Dios. Por tanto, las obras de las que se compone esta exposición serán una oportunidad para todos aquellos hombres de buena voluntad que sientan en su corazón la inquietud y la búsqueda de la verdad, la belleza y la bondad.
“Credo” será una Porta fidei, una puerta abierta a la fe y a la esperanza. Un relato artístico que nos deleitará con la historia del encuentro entre Dios y el ser humano a lo largo de los tiempos. Una historia que se expone, mostrada en las be1las obras de arte que llenan las iglesias de Santa María, San Martín y e1 Salvador, de la villa de Arévalo. Todos los que creemos firmemente en el valor de Las Edades del Hombre como una catequesis viva por medio del arte y de la cultura, esperamos y deseamos que “Credo” suponga en sí misma una exposición de verdades de fe, que testimonian su contenido esencial y que constituye el patrimonio de todos los creyentes, los cuales tienen la necesidad y están llamados a confirmar, comprender y profundizar de manera siempre nueva su fe.
En definitiva, “Credo” es una invitación a valorar la expresión artística de aquellos que nos precedieron como creyentes y que hoy nos llaman a cruzar el umbral de la fe. Todos, creyentes y no creyentes, estamos invitados a contemplar esta nueva exposición de Las Edades del Hombre.
+ Jesús, Obispo de Ávila