Mons. Gerardo Melgar Queridos diocesanos:
En el contexto de esta segunda fase de la Misión diocesana “Despertar a la fe” que estamos viviendo este Curso pastoral, está prevista una acción significativa: la visita a las casas como una forma de hacer llegar la inquietud religiosa a las familias en sus propios domicilios. Para llevar a cabo esta actividad, los voluntarios-misioneros que van a realizarla se han preparado por medio de la reflexión sobre la importancia que la misión tiene para todo creyente, en especial la de llevar el mensaje salvador de Cristo al corazón del mundo,como decía el Beato Juan Pablo II.
Dentro de unos días, algunos de estos voluntarios-misioneros llamará a la puerta de vuestras casas. Son enviados por la Diócesis a través de las diversas parroquias y llevan como misión ofrecer a las familias la posibilidad de reflexionar sobre una serie de temas, por los que preguntan cada una de las cuestiones que plantea cada pregunta delcuestionario que les van a ofrecer para que reflexionen sobre ellas y las contesten. Este cuestionario pretende que en las familias hablemos, alguna vez, sobre determinados temas que normalmente no aparecen en nuestras conversaciones ordinarias; así, si con motivo de contestar a dichas preguntas, somos capaces de dialogar en familia y ver lo que opinan cada uno de los miembros de la misma, o al menos de reflexionarlos personalmente y luego contestar a dichas cuestiones, habremos conseguido al menos parte de lo que nos proponemos.
Los que llamen a vuestra puerta, por así decir, no van a imponeros nada ni a echaros un sermón; simplemente van a ofrecer la encuesta pidiendo que, por favor, la respondáis con tranquilidad para, algunos días después, pasar a recogerla. Si cuando vayan a recogerlas queréis hacerles algunas precisiones o preguntas sobre lo que aparece en el cuestionario, compartiendo con ellos lo que os ha suscitado al hablarlas en casa o al escribirlas, hacedlo con tranquilidad. Si no, los misioneros recogerán la encuesta contestada, os lo agradecerán y la entregarán a los responsables de la Misión diocesana para su estudio.
Por supuesto, la encuesta no hay que firmarla, es anónima y los que la estudien en la Comisión para la Misión diocesana no sabrán quién ha respondido cada cosa; no nos interesa la autoría sino lo que pensáis sobre los temas abordados para, desde vuestras opiniones, poder hacer un estudio serio y pausado. Solamente si estuvierais interesados en formar parte de los grupos parroquiales en los que se dialogarán los tres o cuatro temas que sean elegidos por la Diócesis desde lo respondido en las encuestas tendríais que completar los datos personales que se piden en la última página del cuestionario para poder contactar después con cada familia interesada.
Debéis saber que las personas que van a llamar a vuestras casas y se van a acercar a pedir vuestra colaboración son cristianos normales (laicos, hombres y mujeres, personas que quizá conocemos) que han respondido a la llamada que les hemos hecho desde las parroquias de la Diócesis; son cientos de misioneros-voluntarios que están dispuestos a dedicar un tiempo y un esfuerzo al servicio de la Misión diocesana. Por todo ello, queridos diocesanos, os pido que los acojáis; que, voluntaria y libremente, les expreséis vuestras dudas y preguntas para que ellos os puedan ayudar; ahora bien, si alguien no quiere colaborar, no pasa nada pues también ellos agradecerán la acogida.
Como podréis leer en la primera hoja del cuestionario, éste busca que vuestra familia pueda hacer una reflexión sobre la fe. Será muy importante que encontréis algún momento en los que reuniros para leer una pregunta, hablar de ella sin prisas para escribir la respuesta que juzguéis más oportuna; sabed que tan importante como la respuesta es el diálogo y las reflexiones que se hagan en familia. Tampoco es necesario que respondáis al cuestionario de una vez sino que podéis hacerlo en varios momentos pues tendréis días suficientes desde que os lo entreguen hasta que pasen a recogerlos.
¿Qué podréis encontrar en el cuestionario? Está dividido en dos bloques principales: el primer bloque está dedicado a la familia, lo positivo de la misma, los valores, las dificultades, los problemas principales que hoy se plantean, etc. El segundo bloque es el de lafe, la situación de la familia respecto a la vivencia de la fe, si preocupa la transmisión de la fe en la familia y cómo se hace, quién es Dios, Jesucristo o la Iglesia para nosotros, etc.
Desde este momento quiero agradecer, en nombre de la Diócesis y de todos los voluntarios-misioneros, la buena acogida que seguro vais a dispensar a quienes se acerquen a vuestros hogares para brindaros la posibilidad de hacer esta reflexión sobre la familia y la fe, dialogando sobre las preguntas con vuestros seres más queridos y plasmando por escrito lo que penséis en conciencia.
Con mi gratitud y bendición.
Vuestro obispo,
+Gerardo Melgar