Mons. Javier Salinas “El lenguaje de la fe se aprende en los hogares donde la fe crece y se fortalece a través de la plegaria y de la práctica cristiana (Benedicto XVI, discurso 8.VII.06) Hoy, celebrando la fiesta dela Sagrada Familiason de plena actualidad estas palabras del Papa, que en otra ocasión nos dice “la familia cristiana transmite la fe cuando los padres enseñan a sus hijos a rogar y ruegan con ellos; cuando los acercan a los sacramentos y los van introduciendo en la vida dela Iglesia; cuando todos se reúnen para leerla Biblia, iluminen la vida familiar en la luz de la fe y alabando a Dios como Padre” (9.VII.06). Todo un programa para nuestras familias. Un programa que a lo largo de mis 15 años como Obispo de todas las familias que peregrinan a nuestra diócesis de Tortosa he procurado que estuviera siempre presente en los planes pastorales diocesanos porque la iglesia doméstica siempre la he considerado como un firme baluarte para la transmisión de la fe.
A los esposos y a los padres cristianos se exige la obediencia a la fe porque solamente mediante la fe pueden descubrir y admirar, con gratitud, a qué dignidad ha elevado Dios el matrimonio y la familia constituyéndolos como signo y lugar de la alianza entre Dios los hombres. Por eso siempre he insistido en la debida preparación al matrimonio cristiano que ya es como un itinerario de fe. Esta preparación se tenía que culminar con una digna celebración del sacramento del Matrimonio para que aconteciera la proclamación dentro dela Iglesiadela Buena Nuevasobre el amor conyugal. Esla Palabrade Dios que revela y encamina el proyecto sabio y amoroso que Dios tiene sobre los esposos que ellos tienen que proclamar como una verdadera participación del amor que Dios tiene sobre la humanidad.
La diócesis de Tortosa, toda ella, ha estado para mí un lugar muy familiar; como una gran mesa donde hemos hablado, os he escuchado y, sobre todo, hemos compartido las tristezas, las alegrías y las esperanzas de cada día (GS, 1). Esto ha hecho más fácil y entrañable mi relación personal con vosotros y con las diversas parroquias, sirviéndoos como Obispo tan bien como he sabido. Gracias por todo !. Que Dios os lo pague generosamente. En mi corazón siempre llevaré muy marcada mi estancia entre vosotros.
Hoy, en esta fiesta litúrgica, todos rogamos a Jesús, María y José que la familia cristiana viva siempre su vocación profética acogiendo y anunciandola Palabrade Dios convirtiendo el hogar familiar en el lugar privilegiado para transmitir la fe.
Feliz año nuevo!
† Javier Salinas Viñals
Obispo de Tortosa,
y Obispo Electo de Mallorca