Mons. Francesc Pardo i Artigas Deseo continuar presentando las prioridades pastorales de nuestro Obispado, como continuación del escrito del pasado domingo. Recordareis que se habían presentado: la formación cristiana, la necesidad de la Misa –especialmente la dominical- y la importancia de la plegaria personal y comunitaria. Añadiremos hoy las siguientes:
-La Pastoral de la Juventud
Debemos acompañar a los acompañantes. Por ello, la Delegación de Jóvenes ha preparado unas sesiones intensivas de formación completa para aquellos jóvenes y adultos que han de ser responsables y animadores de la Pastoral de Juventud de nuestra diócesis.
También durante este curso, en diversos puntos de la Diócesis, se iniciarán los “Grupos de Vida” para ayudar a los jóvenes en su proceso de crecimiento en la vida cristiana. Dichos grupos van dirigidos a chicos y chicas que ya se han confirmado.
Debemos continuar proponiendo el proceso de formación en la etapa adolescente, que culmine con la celebración del sacramento de la Confirmación.
Promoveremos una reflexión con los equipos responsables de las escuelas cristianas para colaborar en todo aquello que sea necesario y para ofrecer algunas actividades especiales en el presente Año de la Fe.
Este curso, el SAFOR y el CCU –así se conocen los grupos universitarios cristianos- han preparado unas sesiones formativas de anuncio del Evangelio siguiendo una metodología conocida como “cursos Alfa”. Su presencia y su trabajo en la universidad son significativos y muy importantes. Pero, con frecuencia, los propios universitarios –algunos vinculados a parroquias y movimientos eclesiales- desconocen su presencia y su trabajo. Por ello, en todas las parroquias, deberá darse a conocer dicha presencia eclesial en el campus de la universidad.
No se olvidan los centros de tiempo libre y los grupos scouts. Los consiliarios y los equipos responsables de los scouts y de los movimientos de tiempo libre se proponen ofrecer unas sesiones formativas con el fin de reflexionar sobre la opción de la fe, dirigidas a guías y monitores.
Es en la acción entre los jóvenes que debemos estar atentos a las posibles vocaciones.
-El catecumenado y la confirmación de adultos
Debe ofrecerse la propuesta cristiana a los adultos que no están bautizados pero que muestran interés o contactan con la parroquia por algún motivo. Por eso, el catecumenado es tiempo de preparación y decisión. Hay que ofrecer la posibilidad de recibir el sacramento de la confirmación.
– Grupos de vida cristiana para adultos
Los cristianos adultos también precisan la formación de grupos para ayudarse a vivir la fe y sostener la vida cristiana en una sociedad compleja, sin dejar de ejercer sus responsabilidades. Por ello nos proponemos ayudar a crear y consolidar grupos de adultos en el ámbito parroquial o en de las agrupaciones parroquiales.
-La atención pastoral a las familias y la segunda Jornada diocesana de la Familia
La Delegación de Pastoral Familiar propone sesiones de reflexión para los padres. También seguirá velando por la acogida y preparación de los novios.
Valorando la exitosa experiencia del pasado curso, también se convocará la segunda Jornada diocesana de la Familia, prevista para finales del mes de febrero en Girona. La reflexión, con motivo del Año de la Fe, se planteará las cuestiones relacionadas con la transmisión de la fe en el medio familiar.
La atención pastoral a enfermos y ancianos
Enfermos y ancianos en domicilios, hospitales y residencias han de ser privilegiados: conviene visitarlos, hacerles sentir el calor de la parroquia y, si se presenta la ocasión, ofrecerles los sacramentos.
-El Año de la Fe y Caritas
Dedicaremos a este apartado nuestras próximas reflexiones.
+Francesc Pardo i Artigas
Obispo de Girona