Mons. Francisco Cerro Queridos hermanos:
Con un saludo especial para el párroco, don Juan Manuel, y el vicario parroquial, don Javier, y también los religiosos, religiosas y laicos que vivís en la parroquia de Santiago, el gozo de ser “un pueblo que camina” y que sabemos que la humanidad necesita hoy más que nunca a Cristo, porque perderse a Cristo es perderse lo mejor de la vida. Este es el objetivo principal de toda la acción de la Iglesia, anunciar a Jesucristo.
Agradeciendo la presencia de los religiosos paúles, que animarán esta misión popular en toda la parroquia, quiero compartir con todos, mis tres grandes convicciones para esta parroquia en estos momentos de gracia y de colaboración de todos.
1. La necesidad y centralidad de anunciar a Jesús. A través de todo lo que os convoque la parroquia, el objetivo es conocer en profundidad y amar a Jesús como Camino de la vida verdadera. Así lo anunció el apóstol Santiago y así lo han hecho a lo largo de la historia los testigos de nuestra diócesis del Amor de Jesús como San Pedro de Alcántara, el Beato Spínola o Don Honorio
2. La parroquia más necesaria que nunca. Es necesario descubrir que la parroquia es más necesaria que nunca como lugar de celebración, de encuentro, de comunión, de una vida donde se haga visible el Amor del Padre que en Jesús nos hace hijos y miembros de la familia de los bautizados. La parroquia es la Iglesia, aquí y ahora.
3. Es la hora de evangelizar, de anunciar a todos el Amor de Jesús. Tenemos que construir parroquia. Tenemos que salir a evangelizar el ambiente que nos toca vivir. Que descubramos que somos la familia de los creyentes e invitamos a todos para que vengan a celebrar a nuestra parroquia, a vivir y a conocer la alegría del Evangelio, a servir a los pobres, a vivir formando nuestra vida cristiana.
Como Obispo os bendigo y animo a todos a vivir estas Misiones Populares, agradezco a todos los que la hacen posible y con la Virgen, nuestra Madre, invito a todos a participar: grupos, asociaciones, cofradías… para que, entre todos, hagamos realidad la presencia de Jesús en medio de su pueblo para ser buena noticia, especialmente a los que sufren
+Francisco Cerro
Obispo de Cória-Cáceres