En Ciurdad Real, la Eucaristía en el día de la «Presentación del Señor en el templo», celebrada el jueves 2 de febrero, ha estado presidida por el Obispo diocesano, con la participación de numerosos religiosos de toda la diócesis. Monseñor Antonio Algora insistió en transmitir el mensaje de San Juan de Ávila a los religiosos, haciendo especial hincapié en la libertad del ser humano, que tiene la capacidad de entregarse en totalidad. De esta forma, dijo a los religiosos, junto al santo manchego: «Echad toda la hiel y recibiréis miel; podad de vos todo lo que Dios no es».
El Obispo continuó diciendo que es por amor a Cristo por lo que se entregan las vidas, y solo quien capta el amor de Cristo, sabe comprender el significado de esa «recia» palabra. Tras la homilía, todos los consagrados presentes en la Catedral renovaron su «sí» definitivo a Cristo, continuando decididamente la labor que lleva a la humanidad el amor de Cristo de diversas formas.
Este año la Jornada de la Vida Consagrada se fija en la Nueva Evangelización y el papel que juegan las órdenes de cara a llevar de nuevo el Evangelio a toda la humanidad.
En España hay más de seis mil quinientas comunidades de vida consagrada integradas por diez mil religiosos y treinta y seis mil religiosas.