En la Capilla Sixtina se llevó a cabo un concierto en honor del Papa Benedicto XVI el viernes 4 diciembre por la tarde, con la presencia del Presidente de la República Federal de Alemania Horst Koehler.
La iniciativa ha celebrado el 60 aniversario de fundación de la República Federal de Alemania y el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín.
El Coro de Voces Blancas de la Catedral de Augusta y la Residencia Kammerorchester de Mónaco en Baviera ha interpretado los tres primeros cantos del Oratorio de Navidad de Juan Sebastian Bach.
Al final del concierto el Papa ha recordado el profundo misterio de la Navidad, un misterio de comunión de amor: Dios que por amor se acerca a nosotros y, de bebé, nos pide amor.
“Cada hombre en la comunión con Jesucristo puede ser para otros mediadores de Dios. Ninguno cree sólo por él mismo, cada uno vive en la propia fe y también gracias a las mediaciones humanas. Sólo, ninguno sería suficiente para realizar el puente hacia Dios, porque ningún hombre puede asumir por sí mismo la absoluta garantía para la existencia y la cercanía de Dios. Pero en la comunión con Él que se entrega a sí mismo es tal la cercanía, que los hombres pueden ser -y lo son- mediadores los unos para los otros. Como tales serán capaces de suscitar un nuevo modo de pensar y de generar nuevas energías en el servicios de un humanismo integral”.