Unas 40 personas (Presidentes de Comisión de Medios y expertos de las Conferencias Episcopales de Europa y representantes de organismos católicos para la comunicación) participamos en Roma estos días en la Asamblea que organiza la CEEM (Comisión Episcopal Europea para los Medios), un organismo ligado al Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y encargado de seguir la evolución de los Medios en nuestro continente.
Pensad que también los responsables de las Iglesias Particulares tenemos que vernos y compartir experiencias a diferentes niveles tratando de conocer mejor las cuestiones que afectan a la pastoral hoy. En este caso, las instancias de fondo de la sociedad actual y los servicios de Iglesia que se van promoviendo en algunos países europeos en el campo de los MCS. Parece que discerniendo y utilizando bien el binomio «innovación y tradición» se puede ir haciendo frente a situaciones relacionadas con la descristianización actual del continente europeo. Innovación y tradición no son dos alternativas que necesariamente deban ser contrarias, sino conceptos ligados entre si. En estos encuentros, se opina que hay que ser innovadores en la transmisión de la fe.
Este año el tema de nuestro Comité Europeo de Obispos relacionados con los MCS es: «La cultura de Internet y la comunicación de la Iglesia».
Hemos escuchado ponencias y testimonios de algunos países con comentario posterior de expertos. Igualmente diferentes organismos católicos (FIRMES, SIR, ESPACES, CCRT) que trabajan en Europa en este campo han presentado su experiencia. Hemos escuchado ponencias y testimonios de algunos países con comentario posterior de expertos. Igualmente diferentes organismos católicos (FIRMES, SIR, ESPACES, CCRT) que trabajan en Europa en este campo han presentado su experiencia.
Todos estamos de acuerdo, en que los MCS son un don de Dios que hay que acoger positivamente, mostrando también nuestra estima para los que trabajan; que las nuevas tecnologías contribuyen a la creación de nuevos lazos comunitarios de solidaridad, de amistad, de testimonios de fe, de expresiones diversas respetando las opiniones de los otros; que los MCS pueden representar una buena oportunidad si son gestionados de manera responsable y creativa, un desafío que la Iglesia tiene que aceptar. Estamos convencidos que tendríamos que insertar más y mejor las comunicaciones sociales en la pastoral de la Iglesia, (aunque después no podamos dedicar las personas y los recursos necesarios), tanto para la educación del público en el uso de los MCS como para la formación de profesionales, animando la realización de producciones audiovisuales, musicales, cinematográficas, etc., que contengan una implícita riqueza espiritual y religiosa.
Os he querido comentar estas cosas sin más pretensión que compartir la experiencia que he podido vivir.
Recibid el saludo de vuestro hermano obispo,
+ Joan Piris Frígola
Obispo de Lleida