Los tradicionalistas lefebvrianos quieren volver a la Iglesia Católica y el Vaticano ha aceptado estudiar con ellos las condiciones para su posible regreso.
En la primera reunión, celebrada en el Vaticano, las dos delegaciones elaboraron un plan y un calendario de trabajo.
Los lefebvrianos no aceptan algunos puntos del magisterio de los últimos papas ni tampoco algunos principios del Concilio Vaticano II como la libertad religiosa, la posibilidad de diálogo con otras religiones e iglesias y la colegialidad entre obispos.
Benedicto XVI levantó en enero de 2009 la excomunión de los obispos ordenados irregularmente por Marcel Lefebvre pero su situación canónica está todavía sin clarificar. Por eso no forman parte de la jerarquía católica.
Según sus datos, los lefebvrianos cuentan con más de 400 sacerdotes, varios centenares de seminaristas y religiosos, y alrededor de 100.000 seguidores en todo el mundo.