«Meditando los misterios del Rosario, una vez más hemos escrutado el rostro de Dios, que en Jesucristo nos revela su presencia en la vida de cada pueblo”.
Encontrando a los estudiantes de los Ateneos romanos en el Aula Pablo VI, para el rezo del rosario con ocasión del Sínodo de los Obispos para África, Benedicto XVI se unió a los estudiantes conectados vía satélite desde Egipto, Kenya, Sudán, Madagascar, Sudáfrica, Nigeria, República Democrática del Congo, Mozambique y Burkina Faso.
Un coro de fe entonado desde distintas latitudes y longitudes por la paz, la justicia y la reconciliación en África. “El Dios de Jesucristo camina con el hombre -dijo el Papa- y gracias a él es posible construir la civilización del amor”.
De allí la invitación a ser en la iglesia y en la sociedad, agentes de caridad intelectual, necesaria para afrontar los grandes desafíos de la historia contemporánea”.
“En la universidad sean sinceros y apasionados buscadores de la verdad -concluyó el Papa- construyendo comunidades académicas de alto nivel intelectual, en donde sea posible ejercitar y gozar de aquella racionalidad abierta y amplia, que abre el camino para el encuentro con Dios”.