“En nombre de la Iglesia Católica que está en Francia deseamos expresar a todos que les acompañamos en el dolor”. Lo ha manifestado el cardenal André Armand Vingt-Trois, en una declaración pública al día siguiente de la desaparición del Aerobus A330 de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París sobre el Atlántico con 228 personas a bordo.
Una desaparición que “sumerge en el luto a las familias de los pasajeros de diferentes nacionalidades”, mencionó el arzobispo de París que invitó a “los católicos a orar por todas las víctimas y sus familias, demostrándoles también solidaridad y amistad”.
Los pasajeros eran de 32 nacionalidades: 72 franceses, 59 brasileños, 26 alemanes, 10 italianos, y otras. Entre las 12 víctimas de la tripulación uno era brasileño y 11 eran franceses.
La desaparición es fuente de “angustia y profundo sufrimiento” para las familias y personas cernanas de las víctimas, enfatizó monseñor Antonio María Veglio, en un telegrama de condolencias en nombre del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes que él preside.
La Iglesia esté en Roma, Francia o Brasil, ha expresado su cercanía a todos los familiares en luto, garantizándoles sus oraciones y solidaridad. También el papa Benedicto XVI expresó en un telegrama su “cercanía espiritual” e invocó “la misericordia divina” para las víctimas de la catástrofe.
En Francia este miércoles se rindió homenaje a los desaparecidos: una ceremonia interreligiosa en Notre-Dame de París y un ritual fúnebre islámico llamado “la plegaria del ausente”, organizado por la Gran Mezquita de París, en coordinación con el Consejo francés del culto musulmán.