Estimados amigos, este viernes dejo Roma para realizar mi visita apostólico a Jordania, Israel y los Territorios Palestinos. Deseo saludar esta mañana a todas las personas de estos lugares, a través de la transmisión radial y televisiva. Espero con entusiasmo poder estar con vosotros y compartir vuestras aspiraciones y esperanzas, así como vuestros dolores y luchas. Vendré entre vosotros como peregrino de la paz.
Mi primera intención es visitar los lugares hechos santos por la vida de Jesús y orar en ellos para el don de la paz y la unidad de vuestras familias, y por todos aquellos que consideran la Tierra santa y el Oriente Medio como su hogar.
Entre las muchas reuniones religiosas y cívicas que tendrán lugar en el transcurso de la semana, se realizará encuentros con los representantes de las comunidades musulmanas y judías con quienes hemos tenido grandes progresos en el diálogo e intercambio cultural.
De manera especial, saludo afectuosamente a los católicos de la región y les pido unirse a mi oración para que mi visita produzca frutos en la vida espiritual y cívica de todos aquellos que moran en Tierra Santa. Alabemos a Dios por su bondad, seamos todos personas de esperanza, seamos todos firmes en nuestros deseo y esfuerzos por la paz.