Benedicto XVI expresó su solidaridad y cercanía a los enfermos y afectados del mundo a causa de la llamada gripe «porcina» o «H1N1» que se decretó emergencia pública en México el 23 de abril.
«Deseo expresar mi cercanía y asegurar mi oración por las víctimas de la influenza que está afectando a México y a otros países», afirmó el Santo Padre, después de la oración dominical del Regina Coeli el pasado 3 de mayo.
«Queridos hermanos mexicanos -añadió, manteneos firmes en el Señor, Él os ayudará a superar esta dificultad. Os invito a orar en familia en estos momentos de prueba. Nuestra Señora de Guadalupe os asista y proteja siempre. Muchas gracias y feliz domingo».
El Papa ha sido informado de la evolución de la situación y ha apoyado las decisiones que los obispos de algunas diócesis mexicanas, como por ejemplo la capital, han tenido que adoptar de no celebrar misas en público para evitar el contagio.