El obispo debe vivir el espíritu de servicio hacia los sacerdotes y su iglesia local. Lo repitió Benedicto XVI en su discurso dirigido a un grupo de obispos argentinos, al final de su visita ad limina.
El obispo debe estar cerca de los sacerdotes para ayudarles y animarles en el plano humano y espiritual.
Refiriéndose al rol de los laicos, Benedicto XVI subrayó que deben ser ayudados en su compromiso para aumentar la paz, la justicia, la solidaridad y el bien de la familia fundado en el matrimonio entre hombre y mujer, así como la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y el derecho y el deber de los padres de familia de elegir la educación de sus hijos.