Las autoridades birmanas han bloqueado los paquetes de ayuda humanitaria después de que el país sufriera la llegada del ciclón Nargis que arrasó la población y causó la muerte de alrededor de 140.000 personas, y más de 2,4 millones sufrieron diversos daños.
Según informa la agencia «Asianews» el gobierno birmano tendría que comparecer delante a la Corte internacional para los derechos humanos por los abusos y los crímenes cometidos por los militares en relación a las víctimas del ciclón en los meses sucesivos.
«Los cargos por estos crímenes contra la humanidad son muy graves y serios» afirma Chris Beyrer, director del Centro base de salud pública y derechos humanos de los Estados Unidos.
Se estima que son necesarios 700 millones de dólares americanos para garantizar la reconstrucción de las áreas afectadas del país.
La Iglesia Tailandesa en colaboración con la COERR (Cáritas Tailandia) ha enviado enormes ayudas materiales y dinero a la Iglesia birmana, comprometida en primera línea junto a los damnificados.