Se ha publicado este martes el mensaje para la Cuaresma dedicado al significado del ayuno cristiano.
El ayuno mortifica nuestro egoísmo y nos convierte en solidarios con quien tiene poco. Además abre el corazón al mandamiento de amar a Dios y al prójimo, compendio de todo el Evangelio. Lo escribe el Papa, en el Mensaje para la Cuaresma, presentado en la Oficina de Prensa vaticana. La práctica del ayuno contribuye a conferir unidad a la persona, cuerpo y alma, ayudándola a evitar el pecado y a crecer en la intimidad con el Señor. Eligiendo libremente de privarse de algo para ayudar a los otros, mostramos concretamente que el prójimo en dificultad no nos es ajeno. El ayuno es, por lo tanto, un arma espiritual para luchar contra cada ataque desordenado de nosotros mismos. Privarse voluntariamente del placer de la comida y de otros bienes materiales, ayuda al discípulo de Cristo a controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por la culpa original, del cual sus efectos negativos influyen a la entera personalidad humana.